Simple: los noms de tribus, de clans, de ciutats e de personas cantabres son clarament indoeuropèus. E aquerò qu'ei confirmat per ua inscripcion trobada au "castro" (oppidum) de Monte Cildá (Olleros de Pisuerga, Pisuerga de Campoo, Palencia). La lengua i ei clarament indoeeuropèa, de tipe celtic o aparentada au cèlta.
Quauques citacions deus bons autors:
Menéndez Pidal : Historia de España : Otro elemento que aparece con gran fuerza en Cantabria es el céltico, o mejor indoeuropeo (…). De hecho, parece poder reconocerse entre los cántabros un elemento indoeuropeo fuerte en lo cultural y un elemento destacadamente céltico en lo lingüístico, o por lo menos indoeuropeo arcaico.
Dens lo volume II de la Historia General del País Vasco (Bilbao, 1980), en un capitòu consacrat a la lengua vasca, Manuel Gaud qu ‘escriu en tot citar Tovar : Por el oeste presentaría quizás problema la posible lengua de los Cántabros que es sin duda indoeuropea; el celtismo es evidente en nombres como Ambiaticum, Pentouiecus, etc .
María Teresa Echenique Elizondo en son libe « Historia lingüística vasco-románica (Madrid) : La lengua de los cántabros (seguramente indoeuropea, como hemos dicho más arriba) al oeste…
Joaquín González Echegaray en la soa òbra « Los Cántabros (Santander, 4 ed 1997) « qu’escriu : Solo conservamos una pequeña inscripción de tipo céltico procedente de Monte Cildá y acaso otra de Iulobriga (…). Además de los nombres directamente latino o de origen romance, el elemento primitivo más abundante en la toponimia cántabra actual parece ser asimismo de estirpe indoeuropeo, lo que nos permite ponerle en relación con las oleadas de gentes preceltas y celtas que se establecieron en el norte de España durante el primer mileño antes de Cristo. (…). La misma conclusión nos brinda el estudio de los topónimos prerromanos conservardos a través de geógrafos e historiadores antigüos, así como las inscripciones latinas, tales como los nombres de los ríos : « Salia », « Deva », « Sauga », ; de tribus : « saleni », « orgenomesci », « avaregini » ; de clanes « vellicum », « celtigun », aulggium » etc. Los nombres de personas de las lápidas cántabro-romanas son asimismo, en su inmensa mayoría tipicamente celtas, como « Bovecius », « Boderus « , « Danuvius », « Amia » etc. (…). A la vista, pues de los datos y conclusiones que podemos manejar, no nos parece que sea demasiado aventurado suponer que en los tiempos de la conquista romana, los cántabros hablaban uno o varios dialectos de origen céltico, lo mismo que sus vecinos por el oeste, astures y gallaicos.
Luis Michelena, dens lo son libe « Lengua e Historia » (Madrid, 1985) qu’escriu : además a pesar de la similitud en el modo de vida de los pueblos montañeses del norte « hasta los Vascones y el Pireneo », se diría que sus lenguas eran completamente distintas. La de los cántabros podría llegar por Portus Amanus hasta Carranza y Sopuerta, citados en un conocido pasaje de la crónica de Alfonso III, referida a los dominios de Alfonso I.
Jo que hornirèi Portus Amanus (o que caleré escríver Portus Samanus?) qu'èra un ua colònia romana de la còsta. Lo nom d'aqueth pòrt a suberviscut dens « el valle de Sámano » que desemboca a Castro Urdiales, d’on la correspondéncia generaument admesa Portus Amanus = Castro U. (en realitat dejà en territòri autrigon. Los autrigons qu’èran probablament de lengua indoeuropèa tanben, com ac admet J. González Echegaray, lo pròpi L. Michelena e d'autes bons autors).
A prepaus de l’aliança militara enter los Vascones (Aquitans) e los Cantabres, Michelena qu'escriu dens l' Anuario del Seminario de Filología Vasca Julio de Urquijo, 1982 : En la relación de vecinos ha quedado casi en blanco lo referente a los occidentales con los cántabros como unidad principal. La relación de càntabros y vascones, que para ciertos autores son vecinos entre sí mientras que otros nos los presentan separados por varios pueblos intermediarios, sólo indica que, entonces como ahora, se opera con generalizaciones en que las denominaciones mayores absorben con facilidad a las pequeñas. Está claro, por otra parte, que nadie tenía interés en dibujar la frontera que separaba a indoeuropeos de lengua de no indoeuropeos, esa frontera que unos han puesto entre várdulos y vascones y otros, no los más exaltados, pondrían acaso entre autrigones y caristios.
Aunque ya en César, los cántabros se muestran - como si les fueran estrictamente limítrofe- acudiendo en ayuda militar a los aquitanos, la relación entre cántabros y vascones aparece establecida, sobre todo desde la última parte del siglo VI por la oposición a un enemigo común, tema para el cual basta con remitir a Barbero y Vigil. En cuanto a la lengua, hay un término reciente seguro y otro antigüo tan sólo probable. El reino de Cangas ya se nos parece en la historia como de lengua románica, cosa que no se puede decir del reino de Pamplona en el siglo IX. En la época romana Javier de Hoz presenta unas conjeturas que me parecen del todo razonables: la total preponderancia de los nombres indoeuropeos, que aparecen además sin modificaciones ni adaptaciones a diferencia de lo que ocurre con los pocos elementos supuestamente indoeuropeos en el área iberica, aconseja considerar a los cántabros como hablantes de una lengua indoeuropea, siendo imposible precisar si esta era céltica o no. Irían, pués, en principio con los berones, riojanos, calificados de celtas, y con los celtíberos en general.
Joaquín González Echegaray en la soa òbra « Los Cántabros (Santander, 4 ed 1997) « qu’escriu : Solo conservamos una pequeña inscripción de tipo céltico procedente de Monte Cildá y acaso otra de Iulobriga (…). Además de los nombres directamente latino o de origen romance, el elemento primitivo más abundante en la toponimia cántabra actual parece ser asimismo de estirpe indoeuropeo, lo que nos permite ponerle en relación con las oleadas de gentes preceltas y celtas que se establecieron en el norte de España durante el primer mileño antes de Cristo. (…). La misma conclusión nos brinda el estudio de los topónimos prerromanos conservardos a través de geógrafos e historiadores antigüos, así como las inscripciones latinas, tales como los nombres de los ríos : « Salia », « Deva », « Sauga », ; de tribus : « saleni », « orgenomesci », « avaregini » ; de clanes « vellicum », « celtigun », aulggium » etc. Los nombres de personas de las lápidas cántabro-romanas son asimismo, en su inmensa mayoría tipicamente celtas, como « Bovecius », « Boderus « , « Danuvius », « Amia » etc. (…). A la vista, pues de los datos y conclusiones que podemos manejar, no nos parece que sea demasiado aventurado suponer que en los tiempos de la conquista romana, los cántabros hablaban uno o varios dialectos de origen céltico, lo mismo que sus vecinos por el oeste, astures y gallaicos.
Luis Michelena, dens lo son libe « Lengua e Historia » (Madrid, 1985) qu’escriu : además a pesar de la similitud en el modo de vida de los pueblos montañeses del norte « hasta los Vascones y el Pireneo », se diría que sus lenguas eran completamente distintas. La de los cántabros podría llegar por Portus Amanus hasta Carranza y Sopuerta, citados en un conocido pasaje de la crónica de Alfonso III, referida a los dominios de Alfonso I.
Jo que hornirèi Portus Amanus (o que caleré escríver Portus Samanus?) qu'èra un ua colònia romana de la còsta. Lo nom d'aqueth pòrt a suberviscut dens « el valle de Sámano » que desemboca a Castro Urdiales, d’on la correspondéncia generaument admesa Portus Amanus = Castro U. (en realitat dejà en territòri autrigon. Los autrigons qu’èran probablament de lengua indoeuropèa tanben, com ac admet J. González Echegaray, lo pròpi L. Michelena e d'autes bons autors).
A prepaus de l’aliança militara enter los Vascones (Aquitans) e los Cantabres, Michelena qu'escriu dens l' Anuario del Seminario de Filología Vasca Julio de Urquijo, 1982 : En la relación de vecinos ha quedado casi en blanco lo referente a los occidentales con los cántabros como unidad principal. La relación de càntabros y vascones, que para ciertos autores son vecinos entre sí mientras que otros nos los presentan separados por varios pueblos intermediarios, sólo indica que, entonces como ahora, se opera con generalizaciones en que las denominaciones mayores absorben con facilidad a las pequeñas. Está claro, por otra parte, que nadie tenía interés en dibujar la frontera que separaba a indoeuropeos de lengua de no indoeuropeos, esa frontera que unos han puesto entre várdulos y vascones y otros, no los más exaltados, pondrían acaso entre autrigones y caristios.
Aunque ya en César, los cántabros se muestran - como si les fueran estrictamente limítrofe- acudiendo en ayuda militar a los aquitanos, la relación entre cántabros y vascones aparece establecida, sobre todo desde la última parte del siglo VI por la oposición a un enemigo común, tema para el cual basta con remitir a Barbero y Vigil. En cuanto a la lengua, hay un término reciente seguro y otro antigüo tan sólo probable. El reino de Cangas ya se nos parece en la historia como de lengua románica, cosa que no se puede decir del reino de Pamplona en el siglo IX. En la época romana Javier de Hoz presenta unas conjeturas que me parecen del todo razonables: la total preponderancia de los nombres indoeuropeos, que aparecen además sin modificaciones ni adaptaciones a diferencia de lo que ocurre con los pocos elementos supuestamente indoeuropeos en el área iberica, aconseja considerar a los cántabros como hablantes de una lengua indoeuropea, siendo imposible precisar si esta era céltica o no. Irían, pués, en principio con los berones, riojanos, calificados de celtas, y con los celtíberos en general.
Los Cantabres de l'antiquitat qu'èran pastors sens grans recors economics. Neurir crabas ne sufeish pas tostemp tà neurir ua populacion. Coneguts per la lor ferocitat e lo lor coratge (que resistín eroicament a l'invasion romana), que's hasèvan mercenaris tà sajar de subervíver.